En los últimos años, especialmente desde el 2016, en Colombia cobra protagonismo el podcast como un escenario de producción y de circulación de contenidos sonoros. Son cada vez más los colectivos de producción que migran a este formato e innovan tanto desde la narración como desde la circulación y nuevas relaciones con las audiencias. Por ello, el Ministerio de Cultura crea una beca como una manera de invitar a los creadores de podcast a que generen narraciones sobre la cultura en los contextos locales.
Las series ganadoras de "Prácticas Creativas de Producción Sonora Digital- Podcast" permitieron demostrar que el podcast es una herramienta potente para relatar y construir cultura. Incluso para producir en el contexto de pandemia, ya que para la convocatoria de este año se espera buscar formas de producción alternativa que se adapten a las condiciones generadas por COVID-19. En este artículo para Podcaster@s, un resumen de estos proyectos sonoros y una explicación sobre los elementos culturales presentes en cada serie seleccionada.
¿Por qué el podcast es una herramienta potente para construir cultura?
El proceso de realización y circulación de estas series de podcast, promovidas por el Ministerio de Cultura de Colombia, posibilitó la recuperación y construcción colectiva de memoria en los territorios; propuso miradas distintas a los imaginarios estigmatizantes; rescató, valoró y construyó nuevas narrativas en torno a los saberes instalados en las comunidades y generó formas de producción sonora que permiten el diálogo social y la construcción colectiva con la gente.
Las series ganadoras
Macarena
Seluna Fernández, su familia y sus amigos de infancia se adentran en la memoria colectiva de La Macarena para contar cómo un territorio transita de la vida campesina a un escenario de guerra. En este relato colectivo se mezcla el afecto, la resistencia, el dolor y la valentía de los habitantes de La Macarena, municipio ubicado en medio de una reserva natural en el centro oriente de Colombia. Este podcast es liderado por Andrea Díaz, José Luis Peñarredonda y Seluna Fernández. Ellos destacan que la producción permitió crear alianzas y tejer memoria local con la comunidad.
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