Cuando comencé en la universidad a estudiar producción radiofónica, descubrí que la voz es un instrumento que hace parte de la identidad de cada quien y junto a música y los paisajes que se recreen, es la carta de presentación de la mayoría de los podcast. En esa formación profesional siempre estuvo la idea de que la voz tenía que desarrollar una buena locución, una buena dicción, que era necesario aprender a respirar para que no se note… Me enseñaron que la voz no debe tener “errores”.
Pero ¿qué pasa si hay pausas en una locución y no son intencionales? ¿Y si lo que por definición entendemos como una voz fluida, no encaja? Estas preguntas saltaron a la vista la primera vez que escuché el podcast Una Tartamuda en Público.
María Luisa fue profesora en un colegio, hoy es bailarina clásica y podcastera. Una podcastera que llegó a producir en este formato venciendo prejuicios propios y ajenos sobre cómo debe sonar la voz. Exponer su tartamudez con orgullo y volverse más fuerte. Esto nos cuenta Luisa y su productor Jairo Duque sobre los desafíos de desarrollar su podcast.
- ¿Cómo era tu relación con lo sonoro?
- Maria Luisa Torres: Siempre el escuchar mi voz no me gustaba, odiaba escucharme. Había una pausa, un tartamudeo, que la palabra no era correcta. Es una relación de pensar que nunca lo iba a lograr. No me gustaba hacer llamadas, que me escucharan la voz. Para mí era algo que no era perfecto, no estaba bien para la sociedad.
Cuando escuchaba a otras personas en podcast me decía a mí misma...
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