Deja un mensaje después de la señal

Los mensajes de voz registrados en contestadoras telefónicas, en cintas magnéticas que hoy despiertan nostalgia pero también inspiración para nuevos trabajos de audio. Esta nota retoma dos iniciativas Oyeurismos y Proyecto Quipu.

Por Vanessa Valencia Ramos*, colaboradora en residencia desde Perú.

Hace unos días reordené mi cuarto y me topé con una caja de casetes. Algunos tenían marcado nombre de grupos como: Linkin Park y Pintura Roja; otros de solistas como Rossy War, Charlie García o Laura Pausini. Y luego, casi al final de la caja, había dos casetes que no tenían una inscripción legible, pero sí pude entender lo que decía: “Grabaciones caseras”.

Recordé que esos casetes eran unos de los tantos que había grabado con una radio antigua que tenía doble casetera.  El contenido era desde conversaciones, canciones, y por ahí alguna dedicación, tipo alucinando que soy dj (futuro sueño).

Pero lo más raro de esta situación, es que, ese soporte de sonido, contiene voces que nunca más volveré a escuchar ahora en presencia. Voces que están ahí, aguardando un momento. Y que, realmente, no sé si quiera escucharlas, aún. Porque duelen.

Esta nota, va sobre el recuerdo de las voces que grabamos y de aquellas que no.  

Hablarnos para no olvidar

Hace días, tuve una conversación vía notas de voz con la productora y guionista española, Jimena Marcos, sobre su proyecto Oyeurismos. El cual nació durante la pandemia, cuando ella  comenzó a tomar más interés por los sonidos. 

Un poco de esto tiene su ensayo sonoro Oyeurismos. Nació con un mensaje que dejó en el contestador de sus padres. Un día llamó a casa de sus padres y el contestador se activó. En esos milisegundos, Jimena se escuchó a sí misma. Al otro lado del teléfono se encontraba su viejo yo, de hace 21 años. “Colgué del susto, pero obviamente volví a llamar”, dice. Luego, hizo aquello inevitable que se le ocurrió: dejar un mensaje para su “yo” del pasado: “Al momento me costó reconocerme, pensé que era un niño o una niña. Además, no recuerdo haber sido tan pizpireta o extrovertida de pequeña. Ese mensaje era como al público, así de suelta”. 

Un juego. Una ironía. Una catarsis. Le podemos poner el nombre que queramos a este ejercicio. Pero, no podemos negar, que, de alguna manera u otra, todas nos hemos hablado a nuestro yo del pasado, ¿o no? 

A partir de esa grabación inició con las piezas cortas de radioarte, empezó a “jugar algo con el periodismo narrativo pseudo poético”.

Además, Marcos nos contó que con claridad no recuerda si tuvo la experiencia de grabarse con una radio casetera, pero sí recuerda haberle dejado mensajes a su hermana, quien tenía una reportera, pues estudiaba periodismo. Cuando Jimena comenzó a trabajar en Podium Podcast, tomó conciencia de “su voz registrada” y que esta quedaría ahí, disponible en la nube.

Y en esta línea,  le pregunté a Jimena: ¿Qué opinas sobre el hecho que nuestras voces quedan registradas y archivadas para un “posible” no olvido?

 Aquí su respuesta, en su voz: 

Si Michel Chion, compositor francés de música concreta y escritor, nos hablaba de los foniurgos como los creadores del sonido. Jimena Marcos nos invita a  ser oyeurista: todo aquel que espía con los oídos, registra y comparte. 

Las voces que no están presentes

Pensar en las voces que sí están. En sus sonidos. Su presencia. 

Nuestras voces como medio para la sanación, para el cuidado y meditación. La voz cae, se sostiene y se amplifica en nuestro ser. Podemos entrar e inmiscuirnos en el arte, la cultura, la denuncia, la co-creación; para re-escucharnos desde un plano, desde un lado, desde el confinamiento y ahora aquellos sonidos se vuelven utopías o realidades para algunos.

A través de nuestras voces sentimos y transmitimos: alegría, miedo, lamento, fantasía, dispersión, depresión, excitación, meditación y más.

Ejercicios Vocales

Ejercicios Vocales es el resultado de una serie de investigaciones sonoras realizados con la voz exploradas en una práctica meditativa personal. Composición, producción, grabación, mezcla, mastering y arte de portada por Valentina Aguilera Muñoz.

Las voces de nuestras ancestras. De aquellas mujeres que lucharon por su libertad, su tierra, su ser y sus derechos. Sus voces no son pasado; son presente constante. Son color carmín latiendo profundo. Sus voces queman cada vez que su historia es nombrada y escuchada. 

Sus voces están presentes. Vivas. Son nuestra memoria más consciente. 

Proyecto Quipu

El Proyecto Quipu, realizó un documental interactivo con grabaciones de mensajes telefónicos donde recogieron los testimonios de las mujeres de Perú que sobrevivieron a las esterilizaciones forzadas en el gobierno del expresidente Fujimori. 

Fue en los años 90s, cuando cientos de miles de mujeres indígenas y pobres fueron esterilizadas a la fuerza por el Estado peruano.

En los testimonios relatan que las autoridades recogían a las mujeres, las obligaban a subir a ambulancias con engaños y las llevaban a centros donde las vulneraban. Las desnudaban con violencia. Las operaban en contra de su voluntad. Y las enviaban a sus casas sin explicarles, sin escucharlas, sin seguimiento médico de por medio.    

Todo esto fue parte del “Programa de salud reproductiva y planificación familiar”, con el argumento de reducir la pobreza e impulsar la economía, a través de la esterilización forzada de las mujeres pobres e indígenas como método anticonceptivo.

Los casetes

De los casetes que les había hablado al inicio, varios de ellos se echaron a perder por la humedad. Cintas con moho, que, a pesar de haberlas limpiado con cuidado, varias se partieron. Intenté parcharlas (al estilo de edición antigua: por corte y pega), pero el contenido era cuasi inaudible. 

Por un momento, me sentí como la escultura sonora, Delia Derbyshire, así con sus todas sus cintas magnéticas. Solo que yo estaba en mi mesa de sala con una madera de base para empalmar. Fue una linda alucinación.  

Nos quedamos y grabamos. Nos vamos y nuestras voces quedan publicadas. Archivadas y/o guardadas. ¿Qué nos diríamos si tuviéramos la oportunidad de levantar el teléfono y escucharnos cuando teníamos 15 años menos? ¿Te grabarías para dejarle un mensaje a tu yo futuro?  ¿Te dejarías una señal?