Una tartamuda en podcast
María Luisa Torres pasó de no querer realizar llamadas telefónicas porque se avergonzaba de su voz a encarar en primera persona su propio podcast. “Convertí mi tartamudez en una fortaleza”, cuenta Torres en esta entrevista a Podcaster@s.
*Por Hugo Caro, Colombia.
Cuando comencé en la universidad a estudiar producción radiofónica, descubrí que la voz es un instrumento que hace parte de la identidad de cada quien y junto a música y los paisajes que se recreen, es la carta de presentación de la mayoría de los podcast. En esa formación profesional siempre estuvo la idea de que la voz tenía que desarrollar una buena locución, una buena dicción, que era necesario aprender a respirar para que no se note… Me enseñaron que la voz no debe tener “errores”.
Pero ¿qué pasa si hay pausas en una locución y no son intencionales? ¿Y si lo que por definición entendemos como una voz fluida, no encaja? Estas preguntas saltaron a la vista la primera vez que escuché el podcast Una Tartamuda en Público.
María Luisa fue profesora en un colegio, hoy es bailarina clásica y podcastera. Una podcastera que llegó a producir en este formato venciendo prejuicios propios y ajenos sobre cómo debe sonar la voz. Exponer su tartamudez con orgullo y volverse más fuerte. Esto nos cuenta Luisa y su productor Jairo Duque sobre los desafíos de desarrollar su podcast.
¿Cómo era tu relación con lo sonoro?
María Luisa Torres: Siempre el escuchar mi voz no me gustaba, odiaba escucharme. Había una pausa, un tartamudeo, que la palabra no era correcta. Es una relación de pensar que nunca lo iba a lograr. No me gustaba hacer llamadas, que me escucharan la voz. Para mí era algo que no era perfecto, no estaba bien para la sociedad.
Cuando escuchaba a otras personas en podcast me decía a mí misma que ellos sí merecían estar ahí porque hablan fluido. Yo qué lo iba a hacer si se iban a aburrir escuchado. Lo sentía muy lejano.
¿Qué podcast escuchabas?
María Luisa Torres: Yo escuchaba mucho a Diana Uribe, meditaciones y emprendimiento. Cómo comunicaban y los tonos que usaban. Pero no lo hacía de manera frecuente por el mismo tema de la voz (expresa en referencia a su relación conflictiva con el mundo sonoro). Ya con mi fonoaudióloga fue que me enfrenté a no escribir mensajes, sino enviar notas de voz. Porque yo tenía que aceptar mi voz.
¿Cómo surgió Una Tartamuda en Público?
Jairo Duque: Yo empecé a trabajar con un amigo que resultó tenemos en común. En medio de ese ejercicio él me dijo “hey, hay una chica que hace conferencias. Hace contenido hablado para mujeres y es tartamuda, ¿cómo la ves para un podcast?” Yo le dije: me parece increíble ¿a dónde la llamamos? Me dio el número y la llame; le dije mira, Juan Pablo me dió tu número y quiero que charlemos del podcast ¿Qué has pensado?. Ella me dijo que no había pensado nada, que le daba mucho miedo, que no estaba preparada para esto. Me dijo “imagínate una persona tartamuda en estas”. A partir de ahí comenzó un proceso de convencerla para que lo hiciera. Yo le dije que al contrario, que podíamos lograr un trabajo increíble, vamos a contar tu historia en el podcast.
María Luisa Torres: Después de la llamada yo le conté a mi mamá y le dije que tenía mucho miedo. Ella me instó a intentarlo. La persona que me puso en contacto con Jairo me dijo, si tú haces este podcast, te va a ayudar a sanar. En mi cabeza no estaba este plan. Yo me enredo hablando por teléfono. Pensaba que a mí nunca me iban a permitir hablar en un micrófono. Jairo me dio la mano, me tuvo paciencia. Tuve que explicarle y la comunicación como equipo fue clave.
Yo escribo todo lo que voy a decir en el podcast. Me pongo a escuchar música clásica y escribo hojas y hojas que pasan por la corrección de Jairo. Él se encargaba de dirigir un poco hacía donde dirigir las pausas, corregir ortografía. Todo ese proceso es con él.
¿Cómo fue enfrentarse al micrófono por primera vez?
María Luisa Torres: Me sentí muy nerviosa. En mi vida tuve muchos rechazos de los hombres. Por eso, sentarme con Jairo a mi lado orientándome me daba muchos nervios, solo los dos en un espacio cerrado. Yo le tenía mucho miedo al micrófono: solo el pensar en escuchar mi voz y que iba a ser escuchada por muchas personas. También pensaba que se iban a burlar, que no lo iban a escuchar completo por mis pausas y mi tartamudeo… ¡Pero también sentí una fuerza de alegría!, he trabajado mucho y ahora puedo hablar frente a este micrófono. Yo quería hablar bien, comunicar. Ese primer episodio es el más bonito que he escrito. Creo que en él se siente esa emoción, esos nervios que sentí.
Jairo, ¿cómo acompañaste el proceso?
Jairo Duque: Yo le decía que tomara mucha agua, que el micrófono no la iba a morder. En mi paso por la radio yo sentía ese miedo de salir al aire, pero entendí que ella lo sentía potenciado al 100. Se sentía muy nerviosa.
Siempre le dije que preparara muy bien lo que quería decir. No quería que se ciñera a la lectura. Para contar tu historia no hay que leer nada.
Comenzamos haciendo varias tomas. ‘Vamos a hacerlo otra vez, repite esta parte, listo, esta queda’. A medida del tercer o cuarto episodio ella empezó a empoderarse del tema. Y la manera en cómo ella llegó a expresarse frente al micrófono es fantástico. Yo quedé impresionado. La gente que lo escuchaba decía “Uff ¿en serio ella es tartamuda?”. Detrás hay un proceso de edición importante. La mayoría de los comentarios que llegaban era de gente impactada, como que esperaban otra cosa.
En cuanto a la edición ¿Qué querían lograr?
Jairo Duque: Antes de montar el primer capítulo yo me senté con ella y le dije mira: acá tenemos dos opciones: La primera es cortar los silencios y hacer que tu voz fluya por la simple razón del escucha. Tú tienes unos tartamudeos, pero no tienes silencios tan grandes. La otra opción es dejar tu voz tal cual sale y eso lo producimos.
Llegamos a un punto medio, voy a editarla pero tiene que sonar como ella es. Si no, le quitamos naturalidad al podcast.
María Luisa Torres: Yo le dije a Jairo que no editara nada en mi voz, esta soy yo. Yo me acepté así y mi podcast debe sonar así. La tartamudez es mi don. A mí no me tienen que cortar nada, no está mal ni es un error. Yo estoy comunicando a mi tiempo.
Jairo, ¿Qué diferencial tenía que tener el podcast de Maria Luisa para no ser una historia más de superación?
Jairo Duque: Al principio sentía que sonaba igual. Creo que el truco está en encontrar una buena historia. Ella me decía mira, tengo estos temas y muchas veces le dije no, no hagamos este tema. Quiero que hablemos de ti, de tu historia. Ella decía, en este podcast yo quiero dar unos tips -creo que hicimos uno de ese estilo-, pero yo le decía, la gente no quiere escuchar tips de María Luisa. La gente quiere conocer la historia de María Luisa. Como productor cuido mucho la parte temática, muchas veces le dije que no y ella se achantaba (se entristecía). ‘Hablemos de tí, de tu primera cita’. Son cosas muy difíciles, ella cuenta que muchas veces escribiendo los guiones lloraba. Para mí la historia es la que le da el cambio drástico para que todos no suenen iguales.
María Luisa, ¿cómo es escribir un episodio sobre tu propia historia?
María Luisa Torres: Cuando escribo para el podcast lloro, cuando hablo frente a la gente no puedo llorar. El mensaje en el podcast es más emocional, más para tocar fibras a todas las personas. Puedo ser más yo.
Afortunadamente Jairo sabe qué funciona. Si él me dice que tengo que hacer el podcast no de diez minutos sino de seis, yo creo en él. Va también en conocer a la audiencia.
¿Qué papel jugó la música en la concepción del podcast?
María Luisa Torres: Yo soy bailarina clásica. Yo he querido que el podcast refleje mi identidad. Mi voz, la música, todo que sea acorde a mi esencia. Que sea único como yo. Yo quiero que la música que acompañe mi podcast refleje que esta es María Luisa. Que la gente se imagine cómo es María Luisa, cómo habla, cómo se viste, cómo sonríe. Jairo ha sabido poner la música que yo quiero. Yo le digo pon el Vals de las Flores, de El Cascanueces. Yo quiero que ahí la gente se imagine cuando yo hablo de danza, cómo bailo. Esa es la música que me mueve.
¿Qué respuesta de la audiencia tuviste?
María Luisa Torres: Muy buena, incluso me hablaron unos chicos desde Chile que también son tartamudos. Me dijeron que también querían hacer podcast. Yo les pregunté si les gustaban sus voces, uno de ellos me dijo que no le gustaba escucharse. Les respondí que para comunicar, para mover fibras, hay que amar la voz que cada quien tiene. Yo me exijo más que una persona que habla fluido, es el poder de la voz.
¿Cómo va a ser la segunda temporada?
María Luisa Torres: Quiero invitar a otras personas. Un hombre de una fundación de tartamudez en Estados Unidos quiere que yo le haga una entrevista en mi podcast. Yo muchas veces no me las creo. Las personas con tartamudez me dicen que quieren estar ahí. Quiero iniciar hablando cómo una mujer tartamuda hace llorar a las personas con su voz. Cómo he llegado a enamorar con mi voz cuando odiaba ser tartamuda. Es el cómo he logrado a hacer este podcast, que también tiene un poco de amor propio.
¿Qué le diría a la gente que hace podcast, que se enfrenta a un micrófono?
María Luisa Torres: Una podcaster me habló en Instagram y me dijo que quería que escuchara su podcast, quería mis consejos y recomendaciones. Yo digo que si uno quiere transmitir una idea, una emoción, un pensamiento; antes de enfrentar eso hay que perder el miedo a qué van a decir. Hay que proyectarse, siendo muy sincero con qué quiero comunicar. Tener presente que con la palabra puedo ayudar o no a otras personas. Hay que confiar en las ideas y cómo las voy a transmitir con la voz. La voz impacta vidas
(*) Hugo Caro es colaborador en residencia de Podcaster@s, periodista y productor radial colombiano. Ha sido redactor cultural en Directo Bogotá, medio de la Universidad Javeriana. Es Melómano en construcción y entusiasta del podcast. Produce los podcast El Zaperoco y La Sonora Podcastera. @Faisanizate
Este artículo fue editado por Mariana Vaccaro.
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