Con el oído atento, Maggie Morett encuentra, en algunos de los muchos episodios que escucha habitualmente, historias que la cautivan: por lo que cuentan, pero sobre todo por cómo lo relatan. En esta nota describe estructuras narrativas creativas que se corren de lo común y habla con sus creadores para conocer más.
Por Maggie Morett, desde México.
Hace más de un año me convertí en una adicta a los podcast narrativos. Buscaba cualquier pretexto para escuchar historias ir al super, doblar ropa, limpiar, cocinar, caminar, repetir. Y como cualquier persona que se aficiona a este medio busqué entenderlo. No les ha pasado qué se preguntan “¿qué es esto que se llama podcast y por qué me gusta tanto?” Entonces van a webinars, leen artículos, buscan información, y de pronto saben que se trata de una historia y no un tema; conocen la importancia de la voz, el ritmo, la tensión; se percatan del arco narrativo, el conflicto, los personajes, y aún así sucede un giro inesperado que les hace preguntarse “¿qué acabo de escuchar?” En mi caso, algo que siempre me genera preguntas es la estructura narrativa. No solo la historia que cuentan, también cómo la cuentan.
La estructura narrativa es la forma en que se organizan los elementos de una historia de principio a fin. Una estructura clásica es la de tres actos, la cual tiene una sola línea narrativa que primero presenta un personaje, después el conflicto y en el desenlace la resolución. Es solo una forma de muchas que hay para organizar un relato, porque si todas las historias se contaran de la misma manera ¿no estaríamos escuchando la misma narrativa aunque la historia fuera diferente? Sin embargo, no todas las narrativas son iguales. Por ejemplo, Cruces en el desierto, de las Raras podcast tiene tres líneas narrativas, Secuelas de Corea, de La No Ficción, inicia con el contexto y con preguntas clave que conducen la narración, El hijo del Alemán, de De eso no se habla, tiene una estructura paralela que después se quiebra, el Recetario Sonoro tiene dos líneas narrativas y un ensayo sonoro en el medio. ¡Definitivamente no son las mismas!
En este artículo vamos hacer un ejercicio de abstracción para ver cómo se organiza la estructura narrativa de algunos podcast, porque no todas empiezan en orden cronológico, no todas tienen tres actos y, en ocasiones, cada historia encuentra su propia estructura. Es una propuesta inspirada en la de How Sound pero con podcast en nuestro idioma, porque este tipo de contenido ¡también lo necesitamos en español!
Además, para conocer más de las estructuras narrativas y consejos para experimentar al momento de organizar el relato hablamos con cinco productores: Juan Serrano del podcast Un periódico de ayer, Catalina May de Las Raras podcast, Maru Lombardo y Rodrigo Rodríguez del Recetario Sonoro e Isabel Cadenas Cañón del podcast De eso no se habla.
Estructura de lo general a lo concreto: La No ficción.
En esta estructura es el inicio el que marca el orden en que se narra la historia. En esta primera parte se presenta el contexto histórico, seguido de la historia de un personaje cuya vida ilustra la situación. Al final del inicio se presentan preguntas retóricas que guían el relato y que se responden de manera lineal a lo largo del episodio.
El episodio Secuelas de Corea, del podcast Un periódico de ayer, narra la historia de Pedro Hernando Vergara, un hombre de ochenta y siete años, quien a los diecinueve años se enlistó en el Batallón Colombia para combatir en la Guerra de Corea. El capítulo inicia explicando el contexto seguido de la historia del protagonista, quien de manera retrospectiva cuenta las vivencias que la guerra marcó en su vida, particularmente la Batalla de Old Baldy. Es un capítulo que a partir de una experiencia personal también explica la participación de Colombia como único país latinoamericano que intervino en la Guerra de Corea.
Para conocer más sobre cómo identificar puntos clave en la historia, definir preguntas que guíen la narración y no perder el hilo narrativo de la historia, hablamos con Juan Serrano, fundador de la productora La No Ficción y editor en el podcast Un periódico de ayer.
Supongamos que ya hiciste la investigación, el trabajo de campo, el reporteo y ya escuchaste todas las grabaciones, ¿Cuál es el primer paso que tomas para definir cómo vas a contar la historia?
Cuando escuchamos el audio ubicamos puntos de emoción, identificamos qué vivencias nos contaron con mucho nivel de detalle y que nos puedan servir para narrar en modo escena. Es decir, que podamos desencadenar los hechos como si estuvieran pasando delante de tus ojos. Uno es rehén del audio y así sepas con mucho detalle lo que sucedió, no es lo mismo que lo cuentes con tus palabras a que puedas escucharlo de las voces de sus protagonistas.
¿Qué piensas primero, el inicio de la historia o la estructura?
Primero tratamos de fijar la escena de inicio, el cierre de ese momento y el arranque del siguiente bloque […] Hay veces en que por la investigación previa tenemos escenas o estructuras preliminares, pero la realidad te sorprende y una escena que no tenías en el radar tiene muchos detalles para un arranque con fuerza.
¿Cómo definen las preguntas que van a guiar la narración?
Esas preguntas que guían la narración también nos ayudan a nosotros: nos trazan el norte de lo que vamos a contar. Uno toma decisiones editoriales guiado con las preguntas: ¿Esto que estoy contando está al servicio de responder las preguntas que dejé en punta en la introducción? Si la respuesta es afirmativa, entonces esto que estoy contando vale la pena contarlo, si lo que estoy contando se desvía de la historia, entonces es mejor sacarlo.
Un ensayo sonoro dentro de la cocina
El Recetario Sonoro es un podcast con una narrativa experimental. Está estructurado a partir de dos elementos: una receta preparada por un cocinero o cocinera y un ensayo. Empieza con la elaboración de la receta y mientras se cocina el platillo comienza un ensayo sonoro, el cual inicia como un texto argumentativo, con una tesis, premisas que soportan la postura y una conclusión. Al terminar el ensayo vuelven a la cocina y cierran el episodio con la comida preparada.
En Poutine Canadiense una cocinera inicia la preparación de un platillo de la gastronomía internacional hecho a base de salsa de carne y de papas. Mientras cocina se pregunta acerca de las variedades de papa que existen en Colombia. La duda la lleva a explorar las problemáticas ambientales y sociales que hay detrás del ingrediente, entre ellas: la situación de los agricultores y campesinos en las fincas de Boyacá, la sobrevivencia de los cultivos de papa .Después de conocer la situación, llega a la conclusión que el consumo de otras variedades de papa puede ser beneficioso en múltiples aspectos. Se termina de preparar el poutine y cierra el episodio. En medio de la receta encontrarás una exquisita experimentación de técnicas narrativas y de cambios de ritmo.
En esta entrevista con los creadores del Recetario Sonoro, Rodrigo Rodriguez y Maru Lombardo, exploramos algunas de las técnicas narrativas que les permiten un formato experimental como un ensayo sonoro en medio de una receta.
¿Por qué decidieron estructurar los capítulos a partir de la cocina y de un ensayo?
Rodrigo: Quería contar una receta pero que en medio de la receta, pudieras acercarte a las dificultades por las que pasa un cocinero al conseguir ingredientes y contar cómo cambia nuestra relación con los ingredientes debido a las problemáticas ambientales y sociales. El que sea un ensayo permite jugar con elementos narrativos y argumentativos, crear y cortar escenas, introducir datos. Buscábamos que fuera una receta muy compacta pero bien reporteada.
Maru: Había un reto personal, estamos cocinando recetas en audio y esa creo que puede ser la peor idea. Si existen recetas en audio y se han hecho desde hace mucho tiempo, pero entendemos desde nuestra educación visual que una receta necesitas verla para saber exactamente qué está pasando con ella. Buscábamos sacar el mundo de la cocina desde lo pragmático, el reto era poder construir una cocina y una receta en la que realmente primara la imaginación y el pensamiento.
¿Cómo definieron la estructura del capítulo de Poutine Canadiense?
Rodrigo: Lo primero fue definir la línea en que íbamos a explorar el ingrediente. En este caso era mostrar que en Colombia el consumo de otras variedades de papas podría ser beneficioso para el cambio climático. Antes de la pandemia había hecho reportería para un artículo que escribí, entonces teníamos esos audios. Inventamos escenas para darle ritmo a lo que queríamos contar. Por ejemplo, poner el sonido de un pitido equivocado cuando Maru hace preguntas retóricas o reaccionando con una carcajada respondiendo a los papicultores.
Maru: Muchas estructuras del Recetario estaban definidas por una reportería previa que Rodrigo había hecho antes de la existencia del podcast y que nos ayudaron a lograr de manera exitosa el formato experimental. Si bien, el Recetario es un podcast sobre la cocina y una persona encontrándose casualmente con los ingredientes, también puede volverse muy especializado muy rápido.
¿Por qué deciden hacer los cambios de ritmo en la narración utilizando el humor?
Rodrigo: Es una manera muy familiar y humana de entrar al tema y que nos ayuda a conservar la tensión y el ritmo. Creo que el formato del Recetario Sonoro nos permite que sea un podcast muy juguetón, no necesariamente que te saque una carcajada pero sí una sonrisa.
Maru: Estoy de acuerdo con que el recurso del humor es un -já- ingrediente fundamental del programa. En la medida que hay tanta información especializada, periodismo y ficción de por medio, el humor ayuda a digerir los datos y es un recurso para entregar información.
Tres líneas narrativas que se entrelazan hasta llegar al clímax
Álvaro Enciso es un artista colombiano que clava cruces de madera en el desierto de Sonora, en Arizona, para conmemorar a los migrantes que mueren al tratar de cruzar la frontera entre México y Estados Unidos. En el capítulo de Cruces en el desierto, las Raras documentan una de las travesías que hace Enciso para clavar dos cruces. Durante el viaje se hacen paradas en diferentes puntos del desierto donde se cuentan las problemáticas por las que pasan los migrantes como el calor del desierto, la deshidratación y la persecución de la Patrulla Fronteriza. En este episodio se escuchan las voces de los migrantes pidiendo ayuda al 911.
En este capítulo hay tres líneas narrativas: la primera es de acción, que es la travesía que realizan Álvaro y Denisse para clavar las cruces en el desierto de Sonora, la segunda es contextual, en la que se explican las circunstancias sociales y políticas que hay detrás de cada momento del viaje, la tercera es testimonial y son las llamadas de migrantes al 911.
El viaje es el que estructura la historia. En esta travesía hay paradas en las que aparecen las tres líneas narrativas, las cuales se entrelazan a lo largo del episodio hasta que convergen en el clímax del relato cuando Álvaro clava las cruces y al mismo tiempo aparecen aviones que vigilan la frontera entre México y Estados Unidos.
En esta entrevista con Catalina May, cocreadora y directora de contenido de las Raras, hablamos de la importancia del ritmo para hacer que una historia se mueva y de la estructura narrativa que siguieron en el capítulo Cruces en el desierto, ganador del premio a mejor documental en un idioma que no es inglés en el Chicago Third Coast Audio Festival 2020.
¿Cómo se entrelazan las paradas con las líneas narrativas?
Las paradas nos permiten respirar un poco, es duro lo que estamos contando. A medida que avanza la historia se complejizan las narrativas y aumenta la tensión hasta que llegamos al clímax. En ese punto ya hemos construido al migrante que muere, lo estamos honrando al poner las cruces. La reflexión final de Álvaro baja la tensión del momento, extendemos la música para que las personas puedan internalizar todo lo que hemos entregado, puedan hacerse las imágenes mentales y puedan emocionarse porque el final también es emocionante.
¿Cuando estás definiendo los momentos más importantes de la historia cómo haces para que tu oyente se enganche y no se pierda en la narración?
Para mí es muy importante el ritmo, hace que la historia se mueva. Si uno está repitiendo más o menos en la misma extensión un host/un entrevistado sin ritmo dejas de escuchar. La gracia del ritmo es que no siempre es igual, permite introducir escenas en medio de la narración, cortar la narración con acción y no entrar en cadencia. En el fondo, la estructura es jugar con todos elementos como si fuera un tetris: “¿Si esta escena la muevo, qué tengo que explicar?” “¿Cómo se relacionan las líneas narrativas en bloque?” “¿Y si corto la escena a la mitad y así no tengo una narración tan larga?”
Si la labor del inicio es ser el gancho ¿cuál es la labor del final?
El final es con lo que el auditor se queda, no se puede soltar la historia sin un buen final. En el fondo, hay que llevar al auditor entregando el suficiente material para que le interese quedarse y despertar una inquietud de que es lo que va a pasar después.
Estructura paralela que se quiebra
El hijo del Alemán, del podcast De eso no se habla, es un capítulo en el que prevalecen dos elementos: política y música. Es la historia de Bernardo Fuster, un cantante español que militó en el Frente Revolucionario Antifacista y Político (FRAP). Durante la década de los 70 es perseguido por la dictadura de Franco, por lo que se va de España y pasa a la clandestinidad bajo el nombre de Pedro Faura, el cantante de la resistencia antifranquista. Años después, regresa a su país de origen y descubre que su padre fue jefe de las juventudes Hitlerianas en España y que después de la Segunda Guerra Mundial fue perseguido por el bando Aliado. En el descubrimiento se da cuenta de algunas coincidencias entre su vida y la de su padre, ambos cambiaron de nombre y se refugiaron en otros países, pero lo que parece un paralelismo en realidad son vidas opuestas; el padre fue protegido por una dictadura, Bernardo fue perseguido por una dictadura.
Es una estructura que inicia en el medio de la historia. La historia avanza y hace un contraste entre dos elementos importantes del relato. En este caso son política y música, la dictadura franquista y el antifranquismo. Más adelante es solo una línea la que presenta una etapa clave en la vida del personaje (cuando Bernardo se convierte en Pedro Faura). Después, hace un paralelismo entre la vida de dos personajes que parecían tener vidas similares, pero en realidad eran vidas opuestas, por eso la estructura paralela se quiebra.
Para conocer más acerca de esta estructura narrativa que hace un paralelismo entre la vida de dos personas, pero que se quiebra porque en realidad la historia es sobre dos vidas opuestas. En esta entrevista hablamos con Isabel Cadenas Cañón, directora, productora, guionista y narradora en el podcast De eso no se habla.
¿Cómo te ayudó la estructura a definir lo que querías contar en la historia de Bernardo?
En el caso de Bernardo para mí estuvo claro desde el principio que era una historia de música y política, y de dos hombres que tenían vidas paralelas pero que en realidad no lo eran. De ese episodio hice una estructura en la pared, en la que quería hacer un paralelismo entre esas dos vidas, pero el esquema quedó quebrado, al final la historia es esa: estas no son vidas paralelas. Aquí hay víctimas y victimarios, anti franquistas y nazis.
¿Por qué decidiste empezar en medio de la historia y luego volver dos veces a ese punto?
Es una estructura clásica en “e”. Me parecía una escena muy potente que situaba muy bien al personaje. Esa grabación (Maquis, el tema musical con el que inicia la historia) Bernardo se la trajo escondida en el año `76 cuando volvió a España y nunca la había escuchado. Para mí era muy claro que había que empezar con música. La cinta nos pone en medio de la historia de un cantante antifranquista que está cantando fuera de España y él no sabe que está repitiendo la historia de su padre. Además deja abierta la pregunta ¿qué es lo que va a pasar?
¿Qué es lo que más te gusta de experimentar con narrativas?
Hay un texto de Starlee Kine en el libro de Reality Radio en el que dice que la producción de audio es como una puerta que siempre había estado en una habitación pero que nunca habías visto y un día decides abrirla. Ella habla de cuando hizo una historia para This American Life y dice ‘yo pude contar esa historia de la manera en que sabía pero yo quería contar la historia de las maneras en las que no sé contar historias’. A mí eso es lo que más me gusta. Yo sufro mucho en el proceso de estructura pero es porque estoy descubriendo otras maneras de contar historias que son nuevas para mí.
Para mí toda narrativa es una ventana a otros pensamientos y realidades, creo que cuando consumes un buen relato, no solo la historia cambió de principio a fin, algo en tí también cambió. Veo la estructura narrativa como la arquitectura de un edificio, aunque el equivalente me parece abstracto. Antes de hacer este artículo, Mariana Vaccaro, la editora de Podcaster@s, me dijo “la estructura narrativa es a las historias como los huesos al cuerpo humano”. El símil me parece poético, pero un poco frío. La definición que más me gusta es la de Catalina May “ jugar con todos los elementos como si fuera un tetris” Es más dinámica y experimental. Aunque, quizás, solo quizás, sea como la cocina ¡Sí! Tienes muchos ingredientes con los que puedes preparar la misma comida o puedes crear nuevas recetas y darle a cada platillo una sazón y personalidad única. En Poutine Canadiense, Maru Lombardo dice “¡Pongámosle color a este Poutine!” creo que se puede hacer un símil con la estructura ¡Pongámosle a la narración algo diferente a los tres actos!
Por cierto, accidentalmente descubrí una respuesta a “¿qué es un podcast y por qué me gusta tanto?” Entiendo que el podcast tiene algo de cine, pero no es cine; de radio, pero no es radio; de literatura, pero no es literatura, de ensayo, pero no es ensayo. Tiene algo de todos los medios pero es diferente a todos y en eso radica su belleza, quizás la definición es el concepto en sí mismo: un podcast es un podcast. Es el lugar donde toda historia, investigación, entrevista, conversación, encuentran espacio. Donde te vuelves parte de una comunidad que ama un medio sonoro. Donde siempre hay una persona al otro lado del mundo dispuesta ayudar, sin importar si está en España, Colombia, Chile o Argentina.
(*) Margarita Morett. Colaboradora en residencia desde Ciudad de México, México. Futura comunicóloga de la FCPyS, UNAM. Le interesa el mundo del podcast, el deporte con perspectiva de género y la política internacional. Ha colaborado en la Revista Apuntes de Rabona, El buen toque y en el podcast Latitudes. @MorettMaggie